DEVOCIÓN DE LA COMUNIÓN REPARADORA DE LOS PRIMEROS SÁBADOS DE MES
Reparación del Inmaculado Corazón de María
Los apóstoles del Movimiento Sacerdotal Mariano tenemos el compromiso por amor y obediencia a Nuestra Madre, de reparar y desagraviar el Inmaculado Corazón de María mediante la devoción de la Comunión Reparadora de los Primeros Sábados de Mes, que Ella misma pidió en Fátima.
EN EL MENSAJE DE 13 DE JULIO DE 1917 LA VIRGEN DE FÁTIMA AVISÓ QUE PEDIRÍA LA DEVOCIÓN DE LA COMUNIÓN REPARADORA DE LOS PRIMEROS SÁBADOS DE MES:
"Cuando viereis una noche alumbrada por una luz desconocida sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo sus crímenes por medio de la guerra, del hambre, de la persecución de la Iglesia y del Santo Padre. Para impedir eso, vendré a pedir la consagración de Rusia a mí Inmaculado Corazón y la Comunión Reparadora de los Primeros Sábados. Si atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones de la Iglesia: los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá que sufrir mucho; varias naciones serán aniquiladas. Al final, MI INMACULADO CORAZON TRIUNFARÁ.
Años más tarde, el 29 de mayo de 1930, cuando Lucía ya se encontraba en la Casa de las Religiosas Doroteas, en Pontevedra (España), Nuestra Señora la visitó nuevamente y también a su lado, sobre una nube luminosa, estaba el Niño Jesús, le mostró su Corazón y le dijo:
"Mira, hija mía, mi Corazón rodeado de espinas que los hombres ingratos, en cada momento, me clavan con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos aquéllos que :
• Durante 5 meses - en el primer sábado -
• Se confiesen,
• Reciban la Sagrada Comunión,
• Recen el Rosario y
• Me hagan 15 minutos de compañía meditando sobre los Misterios del Rosario, con el fin desagraviarme (por las blasfemias contra: la Inmaculada Concepción, su perpetua virginidad, su divina y espiritual maternidad, el rechazo y falta de honor a su imagen, la negligencia de implantar en el corazón de los hijos el conocimiento y el amor a esta Madre Inmaculada).
Yo prometo asistirlos en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para su salvación."